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jueves, 4 de junio de 2015

Algunas aproximaciones sobre los besos de pareja




Un beso es más que el simple contacto, un beso es un acto de pasión pura. En ese sentido, dar un buen beso es como hacer un atardecer eterno e impedir que un eclipse acabe. De muchas otras maneras se ha descrito al ósculo; sin embargo, las ideas y aproximaciones que se tienen de él nos han permitido concluir que besar es lo más maravilloso que existe en esta galaxia. Así, autores como Bécquer, Cortázar, Gabriela Mistral, Benedetti, muchos pintores (destacando a Gustav Klimt, René Magritte o Roy Lichtenstein ), escultores, actores y demás artistas han descrito el beso con el frenesí con el que se debe hacer, yo me atrevo a aseverar que realmente un beso es indescriptible e incomparable porque la misma acción de besar nos desintegra átomo a átomo y nos reconstruye a la velocidad de la luz  anulando las capacidades mentales. Tal es así nuestro afán por los besos que hasta incluso se tiene un día internacional en su honor y en los siguientes párrafos les demostraré porque besarse debería ser considerado un arte.

Según el poeta francés Alfred de Musset, el único idioma universal es el beso y aunque no se le ha enseñado al ser humano como besar correctamente, estoy seguro que algunos nacen predispuestos a aprenderlo mediante la sensibilización de los sentidos. Es por eso que comenzaremos con uno de los besos más importantes: el primer beso. El primer beso es el más trascendental entre ambos porque es muy posible que desengrane algunas zonas del cerebro y haga que la dopamina inunde  todo el cuerpo si es que es lo suficientemente bueno. Ese beso, el cual pudo ser robado o haberse ocasionado en una profunda mirada, entre los labios que se desconocen será el cimiento de todo la relación afectiva y rocé a rocé irán enseñándole a los otros labios las diversas técnicas adquiridas por experiencia o conocimiento recopilado. Y es que en el primer beso uno se deshace y rehace miles de veces segundo a segundo.  Ese beso será difícil al comienzo, luego, por una inextricable conexión se nivelará los latidos y las razones para acordar un ritmo. Las manos solo serán tímidas exploradoras del rostro y en algunas zonas del pelo. Concuerdo con el escritor Raymond Chandler con una de sus tantas ideas: “El primer beso es mágico, el segundo íntimo, el tercero rutinario”. Eso tiene tanto de cierto, ya que el primer beso es inigualable a los siguientes que se darán y se descubre un nuevo néctar de la inmortalidad, una nueva adicción y al mismo tiempo libera también una tormenta de sensaciones y emociones en el cuerpo, mente y alma. Además, causará la creación de  colores inimaginables que originan formas oníricas mientras cerramos los ojos. 

Hay también otros besos, cuando ya se ha adquirido confianza entre ambos y el hombre decide callar a la mujer con un beso apresurado y lleno de un “te quiero” que explota al simple contacto. Mencionemos también esos besos post-discusión que resultan llenos de un resentimiento, irá, cólera y emociones parecidas que intoxican este puro acto. Aquello me hace recordar el último verso de “La dulce boca que a gustar convida” de Góngora que nos afirma que “(…) Y sólo del amor queda el veneno”. Sin embargo, durante el beso, esas intensas emociones negativas se van diluyendo mientras el beso limpia, cura y purifica el alma con ayuda de los brazos que descansan en la espalda baja y estimulan ligeramente un punto G escondido entre la columna vertebral.  Este beso, en resumen, es solo una  continuación del conflicto en donde ambos resultan ganadores y perdedores porque se ha establecido un acuerdo de paz que se firma en los labios del otro.


Del mismo modo, tenemos los besos al estilo de Horacio Oliveira y su maga, en donde besar se convierte en un exquisito arte que solo algunos logran entender y mejorar. Citando el famoso capítulo de Rayuela de J. Cortázar :  “(…) las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.” Esa clase de beso muestra no solo una comprensión del otro, sino también la calma, la paz y relajación que besarse conlleva. Por eso, a veces, deben besarse como si el  hambre del mundo los invadiera, deben besarse rápido con el corazón a mil hora por hora y  con desesperación, pero- otras veces - debe hacerse como si el tiempo se congelara por años y les sobrará la vida para morir juntos en ese beso. 

Asimismo, hay buenos besos que no solo de dan con los labios, sino con varias partes del cuerpo donde se involucran  las manos, los codos, la nariz e- incluso- las pestañas. Estos besos implican deshacerse de la racionalidad por un momento y exaltar de todos los sentidos. Es decir, involucrar cada sección del cuerpo dispuesta a entregarse. Allí, los dedos como  alacranes recorren la fina arena de la espalda del otro y como cangrejos deciden volver sobre sus huellas. Los dedos navegan en cada rincón del océano inigualable, que ocupa desde la costa clavícula hasta el golfo vientre. Y ellos navegan disparejos, formando con las estelas figuras desconocidas aún por el ser humano mientras el otro parece ser apuñalado suavemente al ritmo de los dedos. Los mismos dedos también llegan hasta las palmas y realizan un suave aterrizaje; luego, serpentean suavemente en todas las direcciones. De eso modo es que los codos como ramas al viento se deslizan entre las lavas de un volcán y las tempestades del ártico. Toda la piel les queda como un lienzo dispuesto a ser inmortalizado al contacto de los vivificadores dedos que llenarán de colores y notas musicales inexistentes en este universo cada espacio entre el cuello, la espalda, el torbellino del ombligo, la anarquía de su pelo y los extintos bosques de sus cejas. 

Los besos bajo la lluvia son de lo más extravagantes que existen porque tienen su comienzo en el Bosón de Higgs y su fin en el último rincón de la aguja en el pajar. Parecer ser que la misma lluvia tiene mínimas proporciones de endorfinas en sus gotas para impulsar a los amantes a besarse. Este beso es en definitiva, dentro de los conceptos de muestras de afectos, uno de los más reconfortantes y apasionados que existen, pues la lluvia desciende y borra las facciones del rostro, elimina el óleo con el que el padre nos pintó, difumina , las acuarelas de nuestros ojos, desencajan la melodía solemne del alma, nos deja al descubierto del  mundo y las mismas gotas recorren como conquistadores en segundos el mapa de la piel y la desnudan célula a célula dejando que el beso sea lo único existente. 


Según la periodista Begoña Grela Cainzos, “(…) los besos son o no son”. Entonces, tanto en la buena literatura como en los besos se debe besar al otro con la verdad o no se hace y esa misma idea nos la recalca Paul Géraldy con su definición de beso, la cual nos indica que es la válvula de escape de la honestidad. A pesar de que faltan mencionar otros besos tan importantes como los robados, los últimos besos y muchos otros ; estoy seguro que ni todos los “Besos” de Gabriela Mistral lograrán encasillar las muy variadas cantidades de besos existentes porque cada hombre y mujer  tienen el deber de innovar la forma de besar para evitar la monotonía, por eso los nuevos  besos deberán despertar hasta el último sentido adormecido del cuerpo, quitar la respiración y ser , principalmente, fuente infinita de inspiración para el arte. Ya muchos han hablado de los múltiples y ya confirmados beneficios de los besos en la salud, pero para mí los músicos como René Pérez (y también  otros cantantes han inmortalizado la música con sus canciones sobre el beso) logró en algunas oraciones enseñarnos la idea que los besos curan el alma. Adicionalmente, el famoso ósculo ha trascendido en canciones como una llamada “Ojos color sol” en donde en una sección de la canción se afirma que la vitamina D se transmite a través de los labios y yo concordaría totalmente con eso porque parece que la vida se iniciara en el primer beso.

Desde besos bajo la lluvia hasta besos fuera de este planeta como los de Horacio Oliveira, el beso seguirá presente por los siglos de los siglos. Así, habiendo mencionado algunas aproximaciones y tipos de beso entre pareja solo me queda recalcar que en un buen beso uno se embriaga de cariño y ese mismo, se lleva todo lo malo de uno porque se lleva el odio, la tristeza, la angustia, las guerras,  el hambre, e incluso  a todos los demonios y el mismo infierno. No obstante, nos deja un nuevo universo creado a partir de la intensidad de esos segundos; nos deja las flores de  primavera; nos deja el sol de Colán y la luna de Paita;  nos deja el alma desnuda y nos deja el corazón fusionado al del otro.

Paul Saavedra.


1 comentario:

  1. No puedo estar más de acuerdo con la intensidad del relato. El beso es bíblico, quiero decir que tiene millones de años de antiguedad. Y no hablo del beso hollywoodense sino de aquel que se da entre amigos, parientes y, ciertamente, personas que se amen.
    Me ha gustado el desarrollo, lo apruebo como propio y, sobre todo, su conclusión final: nos deja las flores de la primavera, nos deja el sol de.......Gracias.

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